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jueves, 12 de enero de 2012

Uthopía

¿Quien quiere petróleo, energía solar, carbón o machacar átomos teniendo músculos? Hoy en día existen muchos problemas para el abastecimiento de energía y la autarquía de las naciones, de las cuales, el 90% dependen de unos pocos países afortunados en los que las riquezas energéticas naturales han decidido “hundirse” para poder ser extraídas.
Pero ¿no nos hemos parado a pensar una cosa? Nosotros mismos somos fuente inagotable de energía, como bien dice una canción: "Somos polvo y energía, provenientes de la luz de dos estrellas extinguidas" Tenemos en nuestros átomos la energía aún latente de potentes estrellas y que no le estamos sacando todo el partido que se merece, por lo que voy a narrar una pequeña historia basada en la obra de Tomás Moro: Utopía.


Caroline sube a la buhardilla de su casa enfadada. Ha discutido con sus padres porque no le dejan ir al cumpleaños de su amiga Aira, que cumple diecisiete años. Sus padres le dicen que deberían quedar por la tarde e ir al centro comercial a ver una película y luego ir a cenar una hamburguesa o algo así. Pero Caroline no lo acepta. Dice que ya ha crecido y ya tienen edad para salir por la noche e ir a discotecas. Su padre es el que está más a favor de la joven, pero su madre ha dado su veredicto final y no hay marcha atrás.

Así que Caroline sube a su lugar favorito, su lugar secreto, su paraíso en esta casa: la buhardilla.

Se sienta al lado de la ventana redonda que preside la estancia y, como de costumbre apoya su barbilla en el alféizar de esta, viendo como el tiempo pasa en silencio.

Tristán, su gato entra en la buhardilla y se pone a revolver cosas, es normal ya que es muy probable que en esta habitación viva algún que otro ratoncito y que Tristán haya captado su olor.

-Tristán, estate quieto, pesado- entonces Caroline se levanta y va a cogerlo, pero al hacerlo tropieza con una caja y esta se abre, dejando ver en su interior un montón de libros viejos y polvorientos. 
Caroline coge el primero y lo examina.

"Utopía de la electricidad" de autor... ¿no tiene autor? quizás sea anónimo.

Como Caroline no tiene nada mejor que hacer hasta que a sus padres y a ella se les pase el cabreo por lo que comienza a leerlo.

"Existe una isla, una isla que yace en la mente de todos y que cada uno puede imaginar, diseñar y construir de la manera que guste, es una isla informe y desubicada ya que cada cual le otorga una forma y una localización distinta, no es un mundo físico. Es un mundo en el que todo puede estar inversamente ordenado u ordenado caóticamente. 

En este lugar todo, absolutamente todo es posible, y yo he decidido establecer una teoría en Utopía, viendo cómo se puede sobrevivir solo con la electricidad: La electricidad de nuestro cuerpo.

Como estableció ya Platón hace unos cuantos añitos, para que una sociedad se asiente y se convierta en ciudad, primero deben sentarse unas bases alimenticias básicas. Por lo que con la energía cinética de nuestros cuerpos producida por su contracción mediante las conexiones músculo-neurona podremos cultivar los campos y obtener grandes cantidades de comida, ya que esta fuente de energía proveniente de nuestro interior se gasta, por lo que tenemos que comer "orden” para que la entropía hacia la que tendemos no nos acabe desintegrando. De este modo, si tenemos una fuente continua de "orden" o alimento, podremos seguir creciendo en nuestra sociedad movida por los músculos.
Construiremos nuestras casas con nuestras manos, moviendo las piedras con nuestras espaldas y ayudados de animales de tiro y de carros. Como podemos ver, toda la energía empleada en construir una casa proviene de nuestros músculos, por lo que podemos decir que nuestra casa es energía eléctrica transformada en energía cinética, transformada en un conjunto de piedras ordenadas que nos dan refugio y calor hogareño.
Una vez que la sociedad tenga una vivienda y una fuente de comida continua, reclamará un segundo servicio a la sociedad: las defensas de lo que tenemos hasta la fecha, es decir: un sistema de protección que garantice la tranquilidad y consecuentemente de la felicidad de la ciudad naciente.
Por lo que una parte de la población se encargará de construir murallas, forjar escudos, espadas y utilizar sus cuerpos como arma ofensiva.
Y aquí hay que hacer una puntualización, ya que ninguna sociedad podría avanzar sin el fuego, (tanto esta como la nuestra real como cualquier otra) el fuego es la base y luego viene el resto, en este caso la electricidad motriz corporal.
Nuestros músculos correrán, golpearán, montarán a caballo y lucharán para defender la ciudad, por lo que la seguridad también tendrá su base en la energía muscular, como mi teoría intenta demostrar para crear una sociedad movida solo y únicamente por los músculos.
Además la felicidad del pueblo también es importante por lo que las actividades y juegos realizados también serán producidos pos las sinapsis de nuestros músculos.

Cuando una sociedad ya tiene alimento, refugio,  protección y felicidad, se producirá un crecimiento exponencial de esta, por lo que será necesario que exista un grupo de personas que lideren dicha sociedad, estableciendo unas normas y criterios básicos de convivencia acompañados de unas leyes para que nuestra autarquía eléctrica no se convierta en una anarquía indomable.
Los gobernantes tendrán su arma principal a máximo rendimiento: su cerebro, que curiosamente es también el arma principal y la fuente de impulsos nerviosos que nos permiten movernos para realizar las actividades enunciadas anteriormente.
El gobierno reside pues en la fuente de la energía eléctrica y de él manan las leyes y la justicia.

Una vez seguidos estos pasos, mi objetivo de levantar una nación construida, movida y sostenida por sinapsis eléctricas ha llegado a su fin.
Aunque existe un último resquicio en mi teoría que podría narrar lo siguiente: "Tu ciudad se quedaría estancada en la edad media ya que al no vivir el "boom" de los combustibles fósiles, esta se convertiría en una ciudad pretérita y falta de innovación y avances tecnológicos"

Este podría ser un buen argumento para hundir mi idea, pero yo la refuto de la siguiente manera:
Se construirán máquinas en las que la gente utilice sus músculos para mover una serie de engranajes (si, como las ruedas de los hámsteres, pero menos vejante). De hecho, una investigadora ya ha conseguido hace un par de años iluminar una sala de discoteca mediante un suelo que captaba los la energía aplicada al suelo al bailar de la gente, transformándolos en energía eléctrica.

Con este método de conseguir energía eléctrica mediante la cinética producida por nuestros músculos podríamos iluminar nuestras casas, movernos mediante baterías cargadas en autos preparados para ello, todo ello sin contaminar. Además, conforme la sociedad crezca, habrá más músculos para trabajar en esa especie de máquinas (a las que vulgarmente llamaremos "rueda de hámster"), de este modo, conforme aumente la población aumentará también la cantidad de energía producida y podremos mantenernos energéticamente hablando.
La idea puede sonar un poco comunista pero desde mi simple punto de vista, el comunismo tiene la teoría perfecta para la economía y sustento de una nación (el caso es que al llevarla a la práctica esta teoría falla por motivos ajenos a sus principios, como se ha venido demostrando a lo largo de la historia).
Y lo mejor de todo es que todas las personas tendrían un trabajo y no existiría el paro, ya que todo el mundo en mayor o menor medida tendría que colaborar aportando su energía en dichas máquinas durante un período de tiempo determinado al día. (Secundariamente nuestra forma física sería estupenda, ya que al mismo tiempo que producimos energía para su almacenaje, nuestro cuerpo se muscula, otorgándonos una forma física estupenda).

Otro dato a destacar, sería la cantidad de electricidad que recorre nuestro interior. Hagamos un cálculo:
En nuestro cerebro existen 1x1011 neuronas en nuestro encéfalo. Bien, cada sinapsis produce una media de 80 mili Voltios (aprox), por lo que nuestro encéfalo produce 8x1012 mili voltios (es decir, 8x106 Kilovoltios, una cantidad nada despreciable de energía). Si una sinapsis tarda en realizarse alrededor de 0,3 segundos, en un segundo se producen 3 sinapsis, por lo que en un solo minuto, el cuerpo de una sola persona produce una cantidad de energía impresionante y si ahora lo multiplicamos por las 7 mil millones de personas que habitan el planeta, parece muy irónico que tengamos problemas de abastecimiento de energía en nuestro mundo. En Uthopía, como puedo inventarme todas las máquinas que me dé la gana (que para eso es Uthopía) las casas se mantendrían y los electrodomésticos funcionarían mediante electrodos conectados a nuestro cuerpo. Mientras vemos la tele, un cable saldría de ella hacia nuestra sien, por ejemplo y así con todos los electrodomésticos.

Para terminar: si hemos conseguido llegar hasta lo que la raza humana es ahora… ¿porqué mi teoría se tiene que quedar en una mera Uthopía? Del mismo modo que yo he buscado una forma alternativa de energía a las actuales, todos podríamos hacer lo mismo para encontrar una solución. ¿Y tú? ¿Te atreverás a entrar en el mundo de Utopía?"




Caroline alza el labio superior en una mueca de incredulidad al ver la sarta de estupideces que dice este tío. Pero la idea de que exista una isla en la que tú puedes modificar, inventar, construir o incluso destruir, donde todo es infinito, le gusta a la joven, por lo que decide que cuando le den vacaciones de Navidad escribirá ella como le gustaría ser su isla Utópica. 

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